Adaptación de Juan Cavestany, a partir de Macbeth de W. Shakespeare.

Dirección: Andrés Lima.

Con Javier Gutiérrez, Carmen Machi, Chema Adeva,Jesús Barranco y otros.

Corrupción y ambición, Yin y Ya, hombre y mujer, bien y mal... Parejas. Es muy interesante que la Escocia medieval de Shakespeare encaje tan bien en la Galicia actual. Acercamos a Macbeth a nuestra tierra y costumbres para ver cómo el deseo de poder y la superstición siguen siendo motores del ser humano, cómo la codicia, la violencia y la falta de escrúpulos es escocesa, gallega y universal, cómo hombres y mujeres se corrompen por conseguir el poder y siguen corrompiéndose para tener la seguridad de conservarlo. Corruptos del todo sólo quedan la locura y el miedo. ¿Dónde quedó la Vida que se ambicionó? Todo tiene un millón de matices. La cantidad de ambición (ambición y deseo de otra buena pareja) no tiene límites. El Señor Mácbez puede ser un general de las tropas del Rey o director de sucursal de una oficina bancaria. Sólo basta con querer ser El Jefe.

Siempre me han sorprendido los comentarios de la gente en televisión sobre un asesino local: “Era una buenísima persona, un chico normal y muy educado...”. Nuestro lado oscuro se pasea con nosotros y compra periódicos. Vamos a llevar al público a los lugares más oscuros del corazón, donde anida el deseo... para bien y para mal. Un escenario de sangre y tormenta se enmarca en un lienzo blanco. Blanco y sin pintar como el principio esencial de todo, como las posibilidades de la humanidad de ser diferente. Nuestro destino lo marcamos nosotros. Nosotros pintamos el lienzo, lo demás son cuentos de brujas.